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TRABAJO EN GRUPOS II DIA - “Herramientas Pedagógicas para la reconciliación territorial”

 

A la 1:45 se dio inicio al trabajo en gruposdenominado Herramientas pedagógicas para la reconciliación territorial. El objetivo general de la actividad radicó en identificar las nuevas prácticas de reconciliación que se derivan de las herramientas pedagógicas, a partir de la reflexión de tres preguntas orientadoras, derivadas de las experiencias que tiene cada jurisdicción en relación a prácticas para la paz y la reconciliación. Éstas fueron: 1. Identificar los enfoques y las metodologías que se han utilizado y qué ha llevado a generar experiencias de reconciliación 2. ¿Qué resultados se han obtenido con dichas prácticas de reconciliación? 3. ¿Qué otros actores y escenarios deberían involucrarse en el trabajo para afianzar la reconciliación?.

 

Para llevar a cabo la actividad se organizaron ocho grupos:

 

A) Caribe 1.

 

La mesa de trabajo buscó conocer las diferentes herramientas utilizadas a nivel territorial para la reconstrucción del tejido social, la reconciliación y construcción de paz en diferentes territorios de la región Caribe. Se discutieron diferentes iniciativas que han dado resultados positivos a nivel local como procesos endógenos, alianzas con grupos vulnerables, actividades culturales, entre otras. Así mismo se debatieron resultados dejados por las acciones que se han desarrollado para cumplir los propósitos de paz: unidad, fortalecimiento, confianza, entre otros. Finalmente se generaron propuestas para que la red de paz y reconciliación se amplíe y  se incluyen posibles nuevos aliados y estrategias para atraerlos.

 

Pregunta 1: Identificar los enfoques (razón) y las metodologías que se han utilizado y qué los han llevado a generar experiencias de reconciliación.

 

  • Se resalta la importancia de los procesos endógenos y el uso de lo que se tiene localmente.

  • En la Guajira por ejemplo, el apoyo a lo ancestral y a los rituales que existen a nivel local, ha sido importante para la construcción de paz local.

  • Se resaltan las alianzas de los Embera, el enfoque de reconciliación y el respeto por la autonomía.

  • En Sucre y Bolívar se han gestado mesas de trabajo entre indígenas, afros y campesinos con el fin último de la “sobrevivencia del campesino”, desde aquí se buscan acercamiento con otros sectores como el privado y el público para temas específicos, por ejemplo, devolución del territorio.

  •  Acercamiento a comunidades indígenas.

  • Existen iniciativas para el trabajo desde la familia: niños y jóvenes. Dentro de las actividades realizadas se encuentran charlas en universidades, trabajo de educación, psicosocial, iniciativas culturales.

  • La educación surge como obstáculo para la organización.

 

Pregunta 2: ¿Qué resultados se han obtenido con dichas prácticas de reconciliación? * Los principales resultados se relacionan con la unidad y la conformación de comunidades fuertes.

 

  • Se ha perdido el miedo a participar;

  • Integración entre generaciones;

  • Se ha dado una organización comunitaria;

  • Se ha recuperado la confianza y por ende el tejido social;

  • Se han organizado los grupos para presentación de propuestas para el desarrollo social y económico de las comunidades;

  • La relación con la institucionalidad varía en los territorios, en algunos es una relación buena pero en otros es débil y se le da poco cumplimiento a las herramientas de participación ciudadana;

  • Se ha fortalecido la espiritualidad como parte de la atención psicosocial;

  • Se ha disminuido la violencia contra las mujeres y fortalecido la equidad entre hombres y mujeres.

 

Pregunta 3: ¿Qué otros actores y escenarios deberíamos involucrar en nuestro trabajo para afianzar más la reconciliación? Se habló sobre la importancia de incluir a sectores o grupos con los que nunca se ha tenido una relación, pero que pueden resultar estratégicos para el enriquecimiento de la red.

 

  • Juntas de Acción Comunal;

  • Profesores;

  • Madres comunitarias: están realizando una gran labor y tienen influencia en niños;

  • Rotarios, club de leones, damas grises;

  • Gobernantes y sector público;

  • Importancia de los grupos étnicos;

  • Diferentes pensamientos y procesos de reconciliación relacionados con la cultura: por ejemplo otras religiones, o los “victimarios” excluidos (pandillas, excombatientes, etc.);

  • Estrategias para incorporarlos: desarrollo de mesas de diálogo, congresos locales, encuentros, actividades con “grupos de la no reconciliación”.

 

Se lograron los objetivos de la actividad y se compartieron las principales iniciativas, resultados, propuestas y desafíos para el fortalecimiento local en temas de paz y reconciliación. Muchas respuestas a los interrogantes se encuentran en los territorios y en las experiencias que se han vivenciado a lo largo de los años. Los asistentes se mostraron abiertos a aprendizajes y discusión sobre las tres preguntas orientadoras.

 

B) Caribe 2.

 

El objetivo del trabajo en grupo era identificar las nuevas prácticas de reconciliación  que se derivan de las herramientas pedagógicas, en torno a la reflexión de tres preguntas que las mesas de trabajo discutieron con el fin de construir un árbol donde se pudieran reflejar las respuestas de los siguientes interrogantes;

 

1. Identificar los enfoques (razón) y las metodologías que se han utilizado y qué los ha llevado a generar esas experiencias de reconciliación (Esta primera pregunta se reflejará en la raíz del árbol - Metodologías)

 

Después de una puesta en común, los resultados fueron los siguientes: el enfoque de derechos humanos como eje fundamental de la reconciliación, visto éste como una apuesta que permita la inclusión social

 

Otra metodología ha sido la formación sobre derechos humanos a distintos actores sociales, así como también capacitaciones a las comunidades para lograr un empoderamiento de trasformación social.

La articulación con instituciones que suman fuerzas para trabajar por la integración de las comunidades étnicas, grupos afro y políticas publicas incluyentes.

Unidades productivas que permitan un desarrollo social sostenible.

 

2. ¿Qué  resultados se han obtenido con dichas prácticas de reconciliación? (esta pregunta se reflejará en el tronco - Impactos y/o Resultados)

 

  • Reconstrucción del tejido social;

  • La articulación entre la población afro e indígenas respetando territorios;

  • Mecanismos de prevención en las mujeres, contra la violencia sexual basada en género;

  • Fortalecimiento organizacional y comunitario.

  • Acompañamiento familiar.

 

3. ¿Qué otros actores y escenarios deberíamos involucrar en nuestro trabajo para afianzar más la reconciliación? (esta pregunta se verá reflejada en las hojas - Red de ambientes y/o grupos privilegiados).

 

  • Involucrar  a las multinacionales;

  • Minería legal;

  • ONG nacionales e internacionales;

  • Las instituciones públicas;

  • Universidades;

  • Gobierno local;

  • Mayor dialogo entre actores armados y sociedad civil;

  • Veedurías ciudadanas.

 

Diferentes actores sociales, es decir, toda la comunidad civil, puesto que les compete la trasformación social y la reconciliación.

 

C) Metropolitana.

 

Los responsables de dirigir la actividad en este grupo fueron Luz Marina Quintero, Elena Gómez, Orlando Lizarazo y David Pinzón. Ahora bien, los participantes de la actividad llegaron a un consenso grupal para las tres preguntas orientadoras.

 

En cuanto a la primera pregunta - Identificar los enfoques y las metodologías que se han utilizado y qué ha llevado a generar experiencias de reconciliación- , el grupo estableció que los enfoques y metodologías para la reconciliación han versado en dos ámbitos, colectivo e individual, donde el auto-reconocimiento y conocimiento del otro, el ser depositarios de memoria, la formación humana y espiritual, análisis y reflexión de la realidad, acompañamiento, educación, transformación, mesas de conciliación y actividades de integración, el perdón y la escucha, la celebración de la vida, el arte, el deporte han sido determinantes.

 

En materia de los resultados obtenidos con las prácticas de reconciliación que se señalaron anteriormente, manifestaron que se ha potencializado la autoestima, las habilidades y destrezas, la unidad, la participación e integración, la sanación mental y espiritual. Se ha fortalecido el trabajo en redes y la integración juvenil, la inclusión social, el rompimiento de imaginarios, la dignificación y perdón; pero sobre todo se ha generado paz interior, defensa y protección de derechos humanos, esperanza y desarrollo social, elementos claves en un proceso de construcción de paz y reconciliación.

 

Finalmente, en lo que respecta a otros escenarios y actores, constataron que es fundamental contar con el apoyo de grupos comunitarios, familias, Iglesias, fuerzas militares, colegios y universidades, medios de comunicación, la intervención efectiva y justa de la rama judicial, la integración de los diferentes proyectos de otras diócesis y la unificación de las clases sociales.

 

D) Centro y Eje Cafetero.

 

En este grupo la dirección de la actividad corrió por cuenta de Roger Hernández, Fernando Herrera, Liliana Ospina y el Padre Andrés Bustacara. Este grupo contó con una introducción instructiva del moderador, el cual señaló que las apuestas metodológicas y preguntas como –para qué, con quién y desde dónde, son herramientas fundamentales para responder a una pregunta neurálgica y transversal como lo es ¿cómo lograr la paz y la reconciliación territorial? Para dar una posible respuesta se citó el pasaje bíblico Isaías 2: 3-5.

 

Entrados en materia, establecieron que es vital asumir la importancia del dialogo, la escucha activa y el ponerse en el lugar del otro, como metodologías que se han utilizado para generar experiencias de reconciliación. A esto se le sumó la transformación del conflicto y consumo de drogas en actividades de formación humana y el deporte, la explotación minera por la formación, motivación e incentivos a los participantes, el medio ambiente con caminatas ecológicas y ollas comunitarias también aparecieron como herramientas metodológicas para generar y fortalecer el cambio y el camino hacia la reconciliación.

 

Los resultados que se han obtenido con la implementación de estas metodologías han sido la seguridad alimentaria y la recuperación del campo. La conversión personal y familiar, y finalmente el dialogo con instituciones ha permitido un acercamiento real a la familia, la afectividad, el dialogo, el perdón y el tiempo de calidad.

 

Sin embargo, señalaron que es determinante la intervención de las fuerzas políticas, militares, pastorales, entidades públicas y privadas, la familia, la academia. Así mismo, es importante involucrar nuevos actores como trabajadoras sexuales, presos y/o reclusos, comunidad LGBTI, discapacitados; y participar en planes de desarrollo como nuevos actores y escenarios a tener en cuenta para afianzar el trabajo de la reconciliación.

 

E) Suroccidente.

 

Claudia Herrera, Jhonathan Rodríguez, Rodrigo García y Rosa Inés Floriano fueron los encargados de dirigir la actividad.

 

El grupo estableció seis enfoques y metodologías para generar experiencias de reconciliación:

 

  1. Autogestión y desarrollo productivo: generación de condiciones para el buen vivir (reconciliación entre las prácticas productivas y la naturaleza);

  2. Ayudar a la comunidad a que se piense prospectiva y propositivamente, es decir, la construcción de planes de vida en función de los futuros deseados;

  3. Enfoque de participación: Promoción de relaciones asociativas, colaborativas  y liderazgos comunitarios;

  4. Enfoque diferencial-reconocimiento de las prácticas culturales (minga, convite, etc.);

  5. Enfoque psicosocial y desde la memoria de los territorios;

  6. Planeación de las acciones que se realizan en las comunidades con la animación de las Diócesis.

 

Teniendo en cuenta lo anterior, los resultados que se han obtenido con estas prácticas han sido la recuperación y transformación de relaciones, cambios en el lenguaje, ciudadanía activa y participativa, mejoramiento de la calidad de vida, liderazgo, empoderamiento de las mujeres y prevención de la violencia de género, resolución pacífica de conflictos, fortalecimiento de la capacidad de resiliencia, articulación con la institucionalidad para el acceso a la justicia y la recuperación emocional.

 

En cuanto a la tercera pregunta, actores y escenarios para afianzar la reconciliación, destacaron la intervención de población excombatiente, comunidades religiosas y otras Iglesias, organismos humanitarios, institución educativa y los actores armados del Estado.

 

F) Suroriente y Antioquia Choco.

 

El trabajo en este grupo estuvo animado por los Especialistas Lina Peña, Boris Martínez, Jorge Hernández y Ana Mercedes Arias. Se Inició el ejercicio recordando el objetivo del día “Celebrar las opciones pastorales reconciliadoras y reconciliantes de la Iglesia como signo de vida y luz en Colombia. Seguidamente se realizó una reflexión retomando los temas de las anteriores ponencias, buscando aplicarlos a las experiencias en el territorio en favor de la reconciliación.

 

El Objetivo del trabajo en grupos era identificar las nuevas prácticas de reconciliación que se derivan de las Herramientas Pedagógicas, en torno a la reflexión de tres preguntas orientadoras.

 

Con relación a la primera pregunta orientadora de la reflexión sobre la Identificación de los enfoques (razón) y las metodologías que se han utilizado y qué han llevado a generar experiencias de reconciliación en sus territorios, los participantes respondieron:

 

  1. El cuidado de la vida involucrando a varios actores de la zona.

  2. El perdón y la recuperación de una memoria histórica.

  3. Capacidad de escucha para poder perdonar las ofensas sufridas, como una forma de acercarse a la reconciliación.

  4. Reconciliarse con la  realidad antropológica.

  5. Territorios de paz y de reconciliación que integren los diferentes enfoques existentes en la construcción de la paz territorial.

 

En relación con la segunda pregunta orientadora de la reflexión en torno a los resultados obtenidos con dichas prácticas de reconciliación en los territorios, surgieron los siguientes aportes:

 

  1. Identificación y respuesta a las necesidades propias de cada territorio

  2. Desarrollos de mecanismo de auto protección, es decir son las mismas comunidades las que se vinculan y se protejen ante la amenaza de algún actor.

  3. Recuperación y transformación de las relaciones en el nivel comunitario e institucional.

  4. Evitación de reclutamiento ocupando a los jóvenes en proyectos que involucran sus expectativas de vida.

 

Finalmente se comunica a los participantes en el ejercicio, que el día viernes en la última jornada del congreso se podrá comprender mejor el por qué se decidió utilizar la herramienta de los árboles. Por otra parte, los participantes manifestaronque el ejercicio fue bueno pero faltó tiempo para poder enriquecer más los árboles con otras herramientas desarrolladas en las jurisdicciones. No obstante resaltaron la dinámica participativa en el ejercicio y el reconocimiento de las miradas y experiencias territoriales.

 

G) Nororiente.

 

En el grupo de trabajo de la región Nororiente, Carolina Gáez, Rosa María Martín, Luisa Fernanda López y Fredy Tocora fueron los encargados de acompañar la actividad.

 

En cuanto a identificar enfoques y metodologías para generar experiencias de reconciliación, los participantes reconocieron el dialogo como principal herramienta, acompañado de actividades de convivencia como ejemplo de paz. La sensibilización del plan de Pastoral ha sido clave para generar redes de confianza. Así mismo, fortalecer las capacidades de la comunidad y la autoestima, el reconocimiento de la dignidad humana y rescatar los valores perdidos hacen parte de los instrumentos necesarios para estar más cerca de la paz. Es por esto que plantearon un método prospectivo en el que se pretende una visión del futuro deseado.

 

Ahora bien, los resultados obtenidos de llevar estas metodologías a la práctica han versado en la ley de justicia y paz, la capacidad de convivencia en la medida en que se tiene una mayor conciencia sobre el compartir el territorio con diferentes comunidades; el rompimiento del paradigma del egocentrismo, ya que con este se logra integrar instituciones, lideres e intereses de las comunidades; a la vez que se han propiciado espacios de mayor incidencia, mismos que también han permitido tanto posicionar una Iglesia reconciliadora y reconciliada como pactos de no agresión, comités conciliadores de mujeres y una transformación importante en las relaciones con la institucionalidad.

 

Finalmente, plantean que es necesario el papel de las familias como actores sociales, la academia, el Estado y el sector privado, medios de comunicación, redes organizativas, comunidades indígenas y campesinas, BACRIM, actores de la frontera y empresas vinculadas a la explotación minera, esto en cuanto a nuevos actores y escenarios involucrados en el camino para afianzar la reconciliación.

 

H) Tolima Grande y Valle.

 

Los responsables de acompañar la actividad en este grupo fueron Marcela Díaz, Yomaida Cardona, Alejandro Quiñonez y Dina María Nipi. Esta región dividió en dos los enfoques y metodologías que han llevado a la construcción de reconciliación:

 

  1. Enfoques: Comunitario, medio ambiental, derechos humanos, diferencial, participación de las mujeres, solución de conflictos, territorialidad, equidad de género, resistencia en el territorio, comunicación, rural (medio ambiental), indígena y urbano, participación política de las mujeres, seguridad alimentaria, jóvenes, fortalecimiento a las organizaciones sociales.

  2. Metodologías: teatro, encuentro de integración comunitario, trabajo comunitario, encuentros de fraternidad ambiental, memoria histórica, eucaristía agroecológica, se han involucrado a las juntas de acción comunal, mingas, encuentros inter étnicos.

  3. Ahora bien, destacaron los comités de conciliación; fortalecimiento de las familias; trasformación de las relaciones; empoderamiento comunitario, regional, de las mujeres autogestoras de los procesos; nuevas organizaciones sociales; articulaciones de instituciones; creer en la integración de los jóvenes; integración de las comunidades; y el arraigo e identidad como los resultados de reconciliación a partir de estas prácticas. Por otra parte, constataron que las instituciones educativas, el Gobierno, la Iglesia, el Estado, la Defensoría del Pueblo, organizaciones sociales e internacionales, Pastoral social a nivel nacional, la población civil y el fortalecimiento del tejido social son los nuevos actores y escenarios para fortalecer el trabajo de la reconciliación.

 

Así mismo, destacaron también, que las herramientas para la reconciliación pueden ser una diversidad y multiplicidad de cosas, incluyendo partes del cuerpo, la tierra, la creatividad, los gestos, los colores, entre otros. Se incentivó a la reflexión bíblica de “Señor hazme un instrumento de tu paz”, a esto se le suma que señalaron que la reconciliación debe realizarse a nivel personal, comunitario, institucional y estructural, a la vez que debe transformarse las relaciones para la reconciliación. Por otra parte, concluyeron sobre cuatro grandes e importantes aspectos: se debe identificar enfoques y metodologías para seguir construyendo experiencias de reconciliación; deben darse ejercicios a nivel  personal y comunitario para la reconciliación, enfatizando en el respeto por los derechos humanos; se estableció que no existe ninguna institución que sea excluyente al tema de la paz; y finalmente es importante fortalecer la espiritualidad para lograr la reconciliación.

 

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